Salud Alimentaría

Desnutrición
“La desnutrición es el resultado físico del hambre, una enfermedad devastadora de dimensiones epidémicas, que padecen 52 millones de niños y niñas menores de cinco años en todo el mundo. Es el resultado de la escasez de alimentos o de una dieta inadecuada. Al año causa la muerte de más de 3,1 millones de niños y niñas. Estas muertes podrían evitarse con un tratamiento nutricional adecuado.
Pero esta pandemia es a su vez un problema social: una pesada hipoteca que condiciona el futuro los niños y niñas que la padecen. Afecta su desarrollo físico e intelectual y a su estado de salud de por vida. Estos niños y niñas serán adultos frágiles a los que les resultará difícil sacar adelante a su familia, perpetuando así el círculo vicioso entre la pobreza y el hambre. Se estima que la pérdida de productividad de una persona que ha padecido desnutrición superará el 10% de los ingresos que obtendría a lo largo de su vida y que un país puede perder hasta el 3% de su Producto Interior Bruto (PIB) a causa de la desnutrición.”
Desnutrición en Colombia
1 de cada 10 menores de 4 años padece desnutrición crónica.
7 de cada 100 menores en edad escolar presentan desnutrición crónica. En los indígenas, 30 de cada 100 menores presentan este problema, mientras que esta situación se extiende a 11 de cada 100 niños de los hogares más pobres del país.
La desnutrición crónica afecta a uno de cada diez de los adolescentes del país, concentrándose en indígenas (36,5%), los más pobres de la población (14,9%) y aquellos que viven en zonas rurales (15,7%).
Obesidad
La obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Una forma simple de medir la obesidad es el índice de masa corporal (IMC), esto es el peso de una persona en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros. Por ejemplo, si Ud. pesa 56 Kg y mide 1,6 metros, multiplica 1,6×1,6= 2,56. Divide su peso 56 entre 2,56= 21,8
De acuerdo con la tabla ofrecida por la Organización Mundial de la salud: Ud. se encontraría dentro de un intervalo normal, es decir no tiene sobrepeso ni obesidad. LA OBESIDAD ES UNA ENFERMEDAD, que se asocia con el desarrollo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, cáncer, diversas enfermedades inflamatorias, triglicéridos y colesterol altos, etc.

Tener sobrepeso u obesidad, no significa que la persona este bien nutrida, todo lo contrario, significa una forma de malnutrición.LA OBESIDAD EN COLOMBIA SEGÚN ENSIN 2015 (Encuesta Nacional de Salud y Nutrición).Menores de 4 años: el exceso de peso –que incluye tanto sobrepeso como obesidad– subió de 4,9% en 2010 a 6,3% en 2015;Uno de cada cinco adolescentes (17,9%) presenta exceso de peso.Entre 18 y 64 años: Uno de cada tres jóvenes y adultos tiene sobrepeso (37,7%), mientras que uno de cada cinco es obeso (18,7%). En este sentido, el 56,4% de la población presenta exceso de peso, lo que significa un incremento de 5,2 puntos porcentuales con respecto al 2010.La obesidad es más frecuente en las mujeres (22,4%) que en los hombres (14,4%).
Impuestos Saludables
El impuesto saludable a las bebidas endulzadas, tiene como fin principal incrementar los precios de estas bebidas para desestimular su consumo que es nocivo para la salud.
En Colombia, un impuesto del 20% sobre bebidas endulzadas sugeriría una disminución del consumo cercana al 20%, según los cálculos más recientes del Ministerio de Salud y Protección Social en el año 2016 (Vecino, et al., 2018); y del 32,4% según un estudio conjjunto de la Universidad de Carolina del Norte, la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad de los Andes (Caro, et al., 2017). Este impuesto reduciría la prevalencia de sobrepeso cercana de 3,9% y de la obesidad en cerca de 2,1% entre individuos de los estratos socioeconómicos más bajos en Colombia (Vecino, et al., 2018)
El impuesto a las bebidas endulzadas es una medida costo-efectiva porque a la vez que tiene un impacto positivo al reducir el consumo de estas bebidas, genera ingresos fiscales en lugar de implicar costos al sistema de salud (Brownell, et al., 2009).
Cerca de 25 billones de pesos anuales de los recursos en salud se gastan en la atención de enfermedades prevenibles asociadas a una mala alimentación. Específicamente, si no se adoptan medidas para reducir el consumo de bebidas endulzadas, el gasto de atención a diabetes atribuible al consumo de estas bebidas sería cercano a 1,1 billones de pesos a 2020 (Ministerio de Salud y Protección Social, 2016).
El impuesto a las bebidas endulzadas, complementado con la disponibilidad de alimentos saludables, es progresivo no regresivo: permite mejorar la salud y la calidad de vida, ahorrar en costos de atención en salud por enfermedades asociadas a la alimentación no saludable, generar ingresos públicos para la prevención en salud y el acceso a agua potable, especialmente para aquella población más vulnerable. Este impuesto es una medida equitativa para romper las trampas de pobreza que constituyen las enfermedades asociadas a una mala alimentación, que no sólo afectan al enfermo sino a sus cuidadores (Vecino, et al., 2016).
La implementación del impuesto sobre bebidas endulzadas va en la línea con la recomendación de la OCDE como organismo internacional al que Colombia se ha suscrito, frente a fortalecer la financiación del sistema de salud mediante impuestos sobre productos que contribuyen a contraer enfermedades crónicas (OECD, 2015).
El impuesto del 20% sobre bebidas azucaradas (incluyendo bebidas endulzadas) podría generar un recaudo de alrededor de $480 millones de dólares en el próximo año 2020, que equivalen hoy a alrededor de 1,4 billones de pesos colombianos y significarían cerca de un punto porcentual de todo lo que se recaudara por impuestos en el país (Caro, et al., 2017).